EL SHOCK
DEL FUTURO
A principios de los años setenta tuvo
cierto eco popular y mediático un libro que nos alertaba sobre «la llegada
prematura del futuro». Se trata de El shock del futuro del ensayista
norteamericano Alvin Toffler, quien reflexionaba sobre la velocidad de cambio
en una cultura como la nuestra, dominada por los efectos de la ciencia y la
tecnología, y sometida a su excepcional capacidad transformadora.
La idea central del libro de Toffler
puede exponerse de forma casi intuitiva y «familiar» con un ejemplo sencillo:
hace sólo unos doscientos o trescientos años, nuestros antepasados nacían y
aprendían a vivir en un mundo que, en grandes líneas, seguía siendo el mismo
mundo donde acabarían sus días.
Pocos cambios eran perceptibles en la vida de
un ser humano. Pero a nosotros tal «comodidad» nos está ya negada; el futuro se
nos echa encima a marchas forzadas, y mucha de la responsabilidad de esta
elevada tasa de cambio reside en las perspectivas de novedad que ofrece la
moderna tecno ciencia.
En los albores del nuevo milenio, el
ritmo de cambio se ha hecho tan acelerado que hoy sabemos ya que el mundo en el
que aprendemos a vivir y relacionarnos no será el mismo donde viviremos la
mayor parte de nuestras vidas. El cambio preside nuestra civilización de una
forma obsesiva, como no había afectado antes a nuestros antepasados. Estamos
obligados a convivir con el futuro y los cambios que nos aporte.
Es interesante la lectura en cuanto a las
predicciones que hace el autor, y más siendo que el libro fue escrito en 1970.
En ciertos aspectos, parece un antecedente de su libro “La Tercera Ola”, por
ejemplo cuando se refiere a que “la agricultura es la primera fase del desarrollo
económico, y el industrialismo la segunda, hoy podemos ver que existe otra fase
–la tercera- y que la hemos alcanzado súbitamente”. Desde ese entonces ya
dividía el desarrollo de la sociedad en tres etapas, que seguramente le
servirían para plantear posteriormente el concepto de “La Tercera Ola”.
El autor toca temas que parecerían actuales
el día de hoy, tales como la evolución tribal, que hoy en día se habla mucho de
ello como las tribus urbanas, o también menciona que los padres podrán diseñar cómo
desean a sus hijos, en cuanto al sexo y hasta en el nivel de inteligencia, lo
cual es totalmente posible hoy en día, pero hace más de treinta años era
difícil de imaginar.
Asimismo, es interesante ver que el autor
haya escrito sobre “La economía de la impermanencia”, en donde menciona que “la
tecnología progresiva tiende a rebajar el costo de fabricación mucho más
rápidamente que el costo de reparación”, lo cual es bastante cierto y lo
podemos ver ahora en muchos de los aparatos electrónicos, como un DVD o un
teléfono celular, que son más baratos cambiarlos por uno nuevo que mandarlos a
reparar cuando se hayan descompuesto.
También menciona un poco de los “cyborgs”,
que definitivamente se adelantó bastante a su tiempo al hablar de máquinas
mitad humano y mitad máquina, que no son posibles en este momento y no lo serán
en mucho tiempo, pero no dudo que también esta predicción sea posible como
muchas de las que en su momento hizo y que sí se volvieron una realidad, tal
vez no del todo acertada, pero sí muy aproximada.
Toffler plantea que
la aceleración del cambio es también una fuerza psicológica y que el ritmo
creciente de este perturba nuestro equilibrio interior y altera nuestra
experiencia misma de la vida. Para sobrevivir lo que él llama "el shock
del futuro" el individuo debe convertirse en un ser infinitamente más
adaptable y sagaz que en épocas anteriores. Debe encontrar nuevas formas de
"fijarse" a esta realidad, pues todas las estructuras conocidas se
están modificando: religión, familia, comunidad, y por supuesto trabajo.
Adaptabilidad y flexibilidad son 2 condiciones indispensables en el nuevo
mercado laboral.
Los ejes principales en los cuales giran su
texto son los siguientes:
1. Muerte de la permanencia. Nuestra sociedad, hoy día, es altamente más transitoria que la de ayer.
1. Muerte de la permanencia. Nuestra sociedad, hoy día, es altamente más transitoria que la de ayer.
2. La
aceleración. Hoy tenemos la sensación de que “las cosas
se mueven más de prisa”.
3. La novedad. Todo
estará teñido de vivos colores y abierto a la individualidad.
4. La
diversidad. La novedad nos lleva al cuarto eje: la
diversidad. Ella es variedad, disparidad, heterogeneidad, multiplicada y
multiplicada infinitamente.
“El término shock del futuro, en su forma más
simple fue definido por Toffler como “demasiado cambio en un periodo muy corto
de tiempo”. Actualmente cada diez años se duplica todo el saber acumulado por
la humanidad desde el comienzo de la historia y a menos que uno esté muy bien
informado, pasa con facilidad a la categoría de ignorante”. Por Jose Brechner
Conclusión
Yo creo que debemos de valorar el impacto de
los cambios, e ir con ellos, no quedarnos
con la impotencia de lo aprendido en el pasado, si no el aprender a construir
ese futuro abriéndonos a sus cambios y mejorando constantemente. Creo que la
capacidad de los individuos de asumir estos cambios marcara su desarrollo.
Es un tema bastante complejo asegurar que
puede pasar en un futuro ya que como lo decía su autor algunos siempre buscan el avance en sus
vidas, otros le huyen literalmente al cambio y prefieren la seguridad de lo ya conocido,
es tanto así que se volvió un tema sicológico de estudio, demostrando como el
cambio se ve reflejado hasta en nuestros niños que están tan acostumbrados al
cambio que pueden cambiar un juguete viejo por uno nuevo con total facilidad
cuando antes lo cuidaban generaciones tras generaciones.
Todos sus libros están relacionados entre sí
por mostrar los cambios que se han venido viendo; los que se ven y los que se
verán como lo es el “Shock del Futuro”
que es su forma futurológica de ver según él lo que se avecina y que no esta
tan lejos de la realidad.
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