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miércoles, 4 de marzo de 2015

EURíPIDES

Su madre se llamaba Klitonis o Cleito y su padre Mnesarco o Mnesárquides, formas alternantes del mismo nombre, mercader. Nació en Salamina, aldea del Ática central, de donde pronto tuvieron que emigrar, a causa de la Segunda Guerra Médica, decisiva para los griegos y el mundo occidental, siendo él aún un niño, rumbo a Atenas. Se sabe que fue alumno de Anaxágoras de Clazómene, Protágoras, Arquelao, Pródico y Diógenes de Apolonia. En 466 a. C. cumplió dos años de servicio militar. Odiaba la política y era amante del estudio, para lo que poseía su propia biblioteca privada, una de las más completas de toda Grecia. Durante un tiempo estuvo interesado por la pintura, coincidiendo con el apogeo del pintorPolignoto en Atenas. Tuvo dos esposas, llamadas Melito y Quérile o Quérine. Fue amigo de Sócrates, el cual, según la tradición, sólo asistía al teatro cuando se representaban obras de Eurípides. En 408 a. C., decepcionado por los acontecimientos de su patria, implicada en la interminable Guerra del Peloponeso, se retiró a la corte de Arquelao I de Macedonia, en Pella, donde murió dos años después.
Se cree que escribió 92 tragedias, conocidas por los títulos o por fragmentos, pero se conservan sólo 19 de ellas, de las que una, Reso, se discute aún si es apócrifa. El canon establecía también 7 tragedias de Eurípides, pero el gusto de la época, nos transmitió un número mayor. Su concepción trágica está muy alejada de la de Esquilo y Sófocles. Sus obras tratan de leyendas y eventos de la mitología de un tiempo lejano, muy anterior al siglo V a. C. de Atenas, pero aplicables al tiempo en que escribió, sobre todo a las crueldades de la guerra. Los rasgos diferenciales de su obra son los siguientes:
Innovación en el tratamiento de los mitos.
Complejidad de las situaciones y personajes.
Humanización de los personajes, que se muestran como hombres y mujeres de carne y hueso, con pasiones y defectos que en algunos casos, se acercan a la tragicomedia.
Especial influencia de los problemas y polémicas del momento, que dan un aire de realismo.
Crítica de la divinidad tradicional desde un punto de vista tradicionalista.
Disminución del papel del coro.
Eurípides es conocido principalmente por haber reformado la estructura formal de la tragedia ática tradicional, mostrando personajes como mujeres fuertes y esclavos inteligentes, y por satirizar muchos héroes de la mitología griega. Sus obras parecen modernas en comparación con los de sus contemporáneos, centrándose en la vida interna y las motivaciones de sus personajes de una forma antes desconocida para el público griego. Uno de los mecanismos más discutidos es el llamado Deus ex machina, que consiste en solucionar de manera antinatural un conflicto, como en "Medea", en donde al final aparece un dragón que la salva en el último minuto o en su "Helena", tragedia en la que un éidollon enviado por los dioses sustituye a la verdadera Helena, que habría sido trasladada a otro Egipto, sin que hubiera adulterio (algo semejante en sus Ifigenias). El conflicto en "Hipólito", que escribió dos veces, y única de sus obras que obtuvo el primer lugar en los agones, revela las pasiones humanas en una dimensión muy actual y minimiza la participación de los dioses en ellas. "Hipólito¨ también nos revela la verdadera naturaleza de los textos euripídeos, gracias a que conocemos las modificaciones que hizo a la obra para volver a presentarla y ganar la competencia y nos muestra claramente cuál era la valoración del público y los jueces de la época.La relación cronológica de sus obras conservadas es:

Alcestis - λκηστις - (438 a. C.) (segundo puesto)
Medea - Μήδεια - (431 a. C.) (tercer puesto)
Los Heráclidas - ρακλεδαι - (c. 430 a. C.)
Hipólito - ππόλυτος στεφανοφόρος - (428 a. C.) (primer puesto)
Andrómaca - νδρομάχη - (c. 425 a. C.)
Hécuba - κάϐη - (c. 424 a. C.)
Suplicantes - κέτιδες - (c. 423 a. C.)
Electra - λέκτρα - (c. 420 a. C.)
Heracles - ρακλς μαινόμενος - (c. 416 a. C.)
Troyanas - Τράδες - (415 a. C.) (segundo puesto)
Ifigenia entre los Tauros - φιγένεια ν Ταύροις - (c. 414 a. C.)
Ion - ων - (c. 414 a. C.)
Helena - λένη - (412 a. C.)
Fenicias - Φοινίσσαι - (c. 410 a. C.)
Orestes - ρέστης - (408 a. C.)
Las Bacantes - Βάκχαι - (406 a. C., póstuma.)
Ifigenia en Áulide - φιγένεια ν Αλίδι - (406 a. C., póstuma, primer puesto.)
El Cíclope - Κύκλωψ -, sin datar. Es su único drama satírico conservado.
Reso - Ῥῆσος -. Quizá apócrifa.
Y sigue la relación cronológica de sus obras fragmentarias:
Pelíades (455 a.C.)
Télefo (438 a.C. con Alcestis)
Alcmeón en Psofis (438 a.C. con Alcestis)
Las Cretenses (438 a.C. con Alcestis)
Los Cretenses (c. 435 a.C.)
Filoctetes (431 a.C. con Medea)
Dictis (431 a.C. con Medea)
Theristai (obra satírica, 431 a.C. con Medea)
Estenebea (antes de 429 a.C.)
Bellerofonte (c. 430 a.C.)
Cresfonte (ca. 425 a.C.)
Erecteo (422 a.C.)
Faetón (c. 420 a.C.)
Astuta Melanipa (c. 420 a.C.)
Alexandros (415 a.C. con Troyanas)
Palamedes (415 a.C. con Troyanas)
Sísifo (obra satírica, 415 a.C. con Troyanas)
Melanipa encadenada (c. 412 a.C.)
Andrómeda (412 a.C. con Helena)
Antíopa (c. 410 a.C.)
Arquelao (c. 410 a.C.)
Hipsípila (c. 410 a.C.)
Alcmeón en Corinto (c. 405 a.C.). Ganó el primer premio como trilogía junto a Las Bacantes e Ifigenia en Áulide.

Pensamiento
La sociedad ateniense de la época se debatía entre dos opciones: la estabilidad de los valores conservadores, representada por Esquilo y Aristófanes, y el revisionismo racionalista, representado por Eurípides, Sócrates y los sofistas. La larga Guerra del Peloponeso contribuyó a la derrota de la primera opción, al comprobar que las viejas recetas de antaño no servían ya para el futuro. Es notoria la animadversión de Aristófanes contra Eurípides, al que ataca en sus comedias, especialmente en Las ranas, Las Tesmoforias, y Las asambleístas, con chistes y alusiones de intención malévola, como la presunta baja extracción social de la madre de Eurípides, a la que califica como verdulera, cuando la realidad era que pertenecía a una familia acomodada, según indican fuentes serias como Filócoro. Las razones de esta manía persecutoria podrían ser dos:
Antagonismo ideológico con el pensamiento avanzado de Eurípides.

La pintura que hace Eurípides de las mujeres en sus tragedias, que las aparta del modelo tradicional muy estereotipado de la Comedia Antigua

martes, 3 de marzo de 2015

RAPSODA

En la Grecia Antigua (más o menos durante el primer milenio antes de Cristo) un rapsoda era un recitador o pregonero ambulante que cantaba poemas homéricos u otras poesías épicas. Los aedos también lo hacían, pero a diferencia de los rapsodas los aedos componían las obras que declamaban. Los rapsodas se limitaban a declamar y recitar las obras de otros. A Homero se le consideraba un rapsoda ya que recitaba los dos poemas épicos por los que es conocido hoy en día: la Ilíada y la Odisea. También los transmitió por escrito puesto que han llegado hasta la actualidad, pero no se tiene constancia de que él fuese el autor original y por eso se le considera más un rapsoda que un aedo.

Los rapsodas, como así lo hacía seguramente también Homero, recorrían las ciudades de la Hélade prestando sus servicios como poetas y cantores, por los que recibían honorarios. También recitaban sucesos del pasado resaltando así las figuras de reyes y próceres de sus pueblos. En resumen, cantaban y recitaban en las fiestas populares, ferias y talleres. Se referían a la historia de la comunidad, las hazañas del país y triunfos militares. A diferencia de los aedos, no utilizaban acompañamiento musical. Estaban sujetos a un texto escrito, por lo que no podían improvisar. Los rapsodas utilizaban el rapdos, una vara para acompañar su canto. Por lo general, eran poseedores de una memoria prodigiosa, al menos en la época en que la escritura no estaba todavía inventada en Grecia y la memoria y la oralidad eran las únicas herramientas posibles de transmisión de cantos y poemas.

SóFOCLES


Sófocles nació en Colono, una aldea cercana a la ciudad de Atenas, dentro de una familia de posición acomodada, en 497 o 496 a. C., según datos de la Crónica de Paros, o en 495 a. C., según el anónimo autor de la Vida de Sófocles. Era hijo de Sófilo, un fabricante de armas. Uno de sus maestros fue Lampro, que lo instruyó en la danza y le enseñó a tocar la lira. A los 16 años estaba al frente del coro que celebró con un peán la victoria de la batalla de Salamina, en el año 480 a. C., donde también participó Esquilo como combatiente y el mismo año que nació Eurípides.

Se le atribuía belleza física pero voz débil. Le gustaban los ejercicios gimnásticos, la música y la danza. Algo más tarde del año 460 a. C. se casó con Nicóstrata, con quien tuvo un hijo, Iofonte, que se dedicó también a la tragedia. Ya con cincuenta años se enamoró de una meretriz, Teóride de Sición. Con ella tuvo a Aristón, que a su vez fue padre de Sófocles el Joven, por quien Sófocles sentía gran estima y que llegó a ser también escritor de tragedias. La Suda menciona los nombres de otros tres hijos de Sófocles de los que no existen más datos.

Participó activamente en la vida política de Atenas. En 443 o 442 a. C. fue elheletómano, cargo que desempeñaba la persona dedicada a administrar el tesoro de la Liga de Delos. Gracias, en parte, al éxito de su obra Antígona, representada en el año 442, fue elegido estratego, cargo que desempeñó por primera vez durante la Guerra de Samos bajo la autoridad de Pericles, pero la flota que dirigía fue derrotada por Meliso. Es posible que también fuera estratego en el conflicto contra los habitantes de Anea del año 428 a. C. y en 423/422 a. C., en época de Nicias. En 413-411 a. C. perteneció al Consejo de los Diez Próbulos, formado en Atenas tras el fracaso de la Expedición a Sicilia. Según el biógrafo anónimo de su vida, no se distinguió especialmente por sus dotes como político pero amó su ciudad y rechazó invitaciones de autoridades importantes de otras ciudades con tal de no abandonar Atenas. Un relato anecdótico contaba que, habiendo desaparecido una corona de oro de la Acrópolis Heracles se le apareció a Sófocles y le indicó dónde se hallaba. Después de que la joya fue recuperada, Sófocles empleó la recompensa que recibió en construir un santuario dedicado a Heracles denunciador.

Según la Suda fue autor de 123 tragedias, pero el anónimo autor de la Vida de Sófocles dice que Aristófanes de Bizancio conoció 130 obras atribuidas a Sófocles pero consideró apócrifas 17 de ellas. Participó por vez primera en las Grandes Dionisias de 468 a. C., donde venció a Esquilo. En total, compitió en 30 concursos de las fiestas Dionisias: venció en 18 de ellos. Además venció 6 veces en las Leneas.
Fue también un teórico: Escribió un tratado Sobre el coro, que se ha perdido, se le atribuye el aumento de dos a tres del número de actores, aumentó el número de coreutas de doce a quince, introdujo la escenografía y fundó el llamado Tíaso de las musas, donde se rendía culto a las musas y se hablaba de arte.

Fue amigo de Heródoto, a quien compuso una oda de la que solo se conserva un breve fragmento. Incluso reflejó en sus tragedias algunos pasajes de la obra del historiador. Otro de sus amigos fue Ion de Quíos. En un fragmento que se conserva de este autor se relata una anécdota de Sófocles en la que destaca su ingenio.
También desempeñó funciones religiosas: fue sacerdote de una divinidad local de la salud llamado Halón y en el año 420 a. C. participó en el acto en que los atenienses adoptaron el culto a Asclepio.
En su vejez se le atribuía cierta tacañería en los temas monetarios e incluso fue llevado al tribunal de justicia por su hijo Iofonte, que pretendía que se le declarase falto de razón y por tanto incapaz para administrar su hacienda, pero salió absuelto cuando recitó parte de su drama Edipo en Colono.
Se cuenta que, tras la muerte de Eurípides, que ocurrió escasos meses antes de la suya propia, presentó en el teatro a su coro enlutado y sin corona, en homenaje a él. Murió en el año 406 o en 405 a. C.

El teatro de Sófocles como forma literaria
Desde el punto de vista formal, se puede decir que una tragedia sofóclea estándar presenta la siguiente estructura: unprólogo, que nos proporciona, por medio de una tirada relativamente corta de versos recitados (frecuentemente en trímetros yámbicos), los precedentes del argumento de la obra; la párodo o momento en que el coro hace su entrada, bailando y cantando, a la que siguen los diversos episodios recitados a cargo de los actores. En el transcurso de los sucesivos episodios los actores hacen progresar la acción dramática. Intercalados entre un episodio y otro se suceden diversas intervenciones del coro, los estásimos, en los que el conjunto del coro ocupa su correspondiente lugar en la orquesta bailando sobre el propio terreno y cantando un tipo de composición lírica de métrica abigarrada. Los intervalos entre episodios y estásimos permiten solucionar de pasada el problema técnico del cambio de vestuario de los diversos actores. Estas partes corales o líricas llamadas estásimos suelen presentar la forma de responsión estrófica, es decir, normalmente se comienza con una estrofa, a la que sigue su antístrofa o segundo canto (cuyo esquema métrico, número de versos, etc., se corresponde estrictamente con la estrofa) y ambas unidades suelen cerrarse con un estribillo llamadoepodo. Expuesto así el planteamiento de la obra, esta se cierra con la despedida del coro, que abandona también majestuosamente la escena cantando el llamado éxodo.

Elementos conceptuales

Temáticamente, el teatro de Sófocles recurre al antiguo mito de las sagas heroicas, tal como reflejo de la tradicional vinculación entre el teatro y sus orígenes religiosos. De hecho, del total de 33 tragedias conservadas pertenecientes al siglo V a. C., nada menos que 24 se centran en cuatro grandes sagas de personajes mitológicos (la Troyana, la de Tebas, la de Micenas y la del argivo Heracles). Parece que en estas sagas mitológicas se concentran de manera simbólica, mediante traslaciones metafóricas más o menos conscientes, los principales arquetipos del comportamiento humano. Es probable que en época de Sófocles los núcleos míticos tradicionales ya hubieran alcanzado un grado notable de complejidad: por ejemplo, en la saga de Edipo pueden estar superpuestos o entrelazados diversos elementos míticos: el niño que es expuesto en el monte (trasunto metafórico de la criatura de origen divino); el éxito y la ruina de Edipo (traslación del ciclo del crecimiento y muerte de la naturaleza); o el conflicto entre Edipo y Layo, que no sería el tema del «conflicto de generaciones». En cualquier caso se puede llegar a pensar que los antiguos dramaturgos, sobre todo en el caso de Sófocles, se percataron de que los mitos poseían una fuerza especial que los hacía singularmente aptos para darles un tratamiento poético y dramático.
De otro lado, el mito posee una rica versatilidad que facilita múltiples maneras de aproximación. De hecho, el propio Sófocles le da un tratamiento personal y a veces libre. Un ejemplo de ello es la comparación entre el Filoctetes de su obra homónima y el otro Filoctetes de la Pequeña Ilíada, además de otros personajes como el papel que otorga a Crisótemis de su tragedia Electra, a Ismene en su Antígona o al propio Neoptólemo en su Filoctetes.
Otros aspecto importante es el que se refiere al papel de los oráculos y la presencia de los dioses en sus dramas. Así enAyante, aunque propiamente no existe un oráculo, el divino Calcante vaticina que el héroe es juguete de la ira y de la burla divina.
Caracteres dramáticos

Es un tópico entre los estudiosos de la obra de Sófocles afirmar que en buena medida su teatro es un teatro de caracteres. De hecho, el título de todas las tragedias conservadas (salvo Las Traquinias) corresponde con el de los protagonistas correspondientes. Cada una de estas figuras emerge como un auténtico coloso y arquetipo humano.
En el Edipo rey, la figura de Edipo resulta verdaderamente singular. Encarna el problema de la autoidentificación, que se plantea en los términos dicotómicos del parecer/ser. Edipo desea conocer la verdad, cueste lo que cueste, y en su búsqueda de la verdad se topará con tres personajes de su entorno palaciego: Yocasta, su madre y esposa; Creonte, su cuñado, y el adivino Tiresias. Ante Yocasta, Edipo se autoproclama con, quizá, la mejor definición que a lo largo del tiempo ha conocido nuestro personaje: «Hijo de la Fortuna». Ante el adivino, Edipo se nos muestra confiado y autosuficiente, ya que por su propia inteligencia ha sido capaz de adivinar el enigma de la esfinge, y a continuación promete ante sus súbditos, sin otro concurso que su misma inteligencia, librar a su ciudad de la peste que la asola.
La ironía trágica: el conflicto entre realidad y apariencia

El término «resulta» difícil de definir, pero una posibilidad es decir de ella que es aquella situación del discurso en la que el sentido literal de las palabras del que habla poseen para él un significado distinto, y casi contrario, del sentido con que lo entiende su interlocutor o su auditorio. La ironía verbal está próxima a la paradoja fáctica.
En el teatro de Sófocles se encuentra tanto la primera como la segunda, y de hecho a Sófocles se le considera el auténtico maestro de la ironía trágica, por la que el hombre que parece haber alcanzado el culmen de su fama se precipita de inmediato en las más míseras desgracias físicas o morales. Así, se puede considerar como el colmo de lo irónico/paradójico que Edipo, que desde su honestidad intelectual parece vivir solo para descubrir la verdad, sea el último que se entera precisamente de la gran verdad que ya todo el mundo conoce, que es él el asesino de su padre, el amante de su madre, y que es a la vez padre y hermano de sus hermanos, e hijo y esposo de su madre. Lo sabía el adivinoTiresias, lo sabía el coro, lo sabía su madre. Por saberlo, lo sabían hasta los espectadores; todos menos él, que en otras ocasiones ha sido el mejor sabueso que haya podido salir a la caza de la verdad.
Otro pasaje estupendo de pasaje irónico es la escena en la que intervienen Edipo, el mensajero llegado de Corinto y el antiguo pastor a propósito de cómo verbaliza cada uno de ellos la identidad de quién sea Edipo.
E igual de irónico resulta el caso de Electra, cuando Orestes finge que la urna que trae en sus manos contiene sus propias cenizas. ¿Cómo no ha de resultarle a Electra el colmo de la ironía que ella, que ha vivido toda su vida con la única esperanza de ver el día en que regrese Orestes ve ahora desconsolada que aparece un forastero que anuncia no la llegada del ansiado Orestes, sino las cenizas de su cadáver en una diminuta urna?

Obras trágicas
Serie de Edipo
Edipo rey
Edipo en Colono
Antígona

Otras obras
Áyax
Las Traquinias
Electra
Filoctetes
Anfiarao (fragmentaria)
Epígonos (fragmentaria)

Ichneutae (fragmentaria)   

lunes, 2 de marzo de 2015

ESQUILO

Fue uno de los «Maratonómaco»; luchó en las guerras promovidas contra los persas en la Batalla de Maratón (490 a. C.), en las de Salamina(480 a. C.) y, posiblemente, en la de Platea.
Alguna de sus obras, como Los persas (472 a. C.), Los siete contra Tebas (467 a. C.), son el resultado de sus experiencias de guerra. Fue también testigo del desarrollo de la democracia ateniense. En Las suplicantes (490 a. C.), puede detectarse la primera referencia que se hace acerca del poder del pueblo, y la representación de la creación delAreópago, tribunal encargado de juzgar a los homicidas. En Las euménides (478 a. C.), se apoya la reforma de Efialtes(462 a. C.), transferencia de los poderes políticos del Areópago al Consejo de los Quinientos.
Se le acusó de haber revelado los misterios de Eleusis, por lo que fue juzgado y posteriormente absuelto.
Viajó a Siracusa, en Sicilia, invitado por el tirano Hiéron, para el que produjo Las mujeres de Etna en honor a la nueva ciudad de Etna que éste había fundado, y puso, de nuevo, en escena, Los persas. Tras la representación de la Orestíada(458 a. C.), volvió a visitar Sicilia, donde murió en Gela, entre 456 a. C. y 455 a. C.
Tuvo un hijo, Euforión, que como él fue un poeta trágico.
Escribió 82 piezas (algunas fuentes las cifran en 90), consiguió su primera victoria en composición dramática en el484 a. C., siendo sus rivales Pratinas, Frínico y Quérilo. Sólo fue vencido por Sófocles en el año 468 a. C.
De la importancia de su obra da fe el hecho de que se permitiera que sus obras fueran representadas y presentadas en elagón («certamen») en los años posteriores a su muerte, junto a las de los dramaturgos vivos; un honor excepcional ya que era costumbre que las obras de los autores fallecidos no se pudieran presentar al agón.
De toda su obra sólo se conservan siete piezas, seis de ellas premiadas, y sustanciosos fragmentos de otras tantas.
Características generales

Esquilo era muy dado a condensar sus obras en trilogías ligadas, que trataban sobre algún tema en particular, aunque cada parte conservaba su sentido completo y podían ser perfectamente representadas por separado. Los primeros tres dramas de una secuencia de cuatro dramatizaban episodios consecutivos del mismo mito y el drama satírico que seguía contenía una historia relacionada con los mismos. En los concursos dramáticos se representaban tres tragedias además de un drama satírico, con el que se relajaba la tensión del público. Tras su época, la trilogía ligada quedó como una opción ocasional, mientras que muchísimas puestas en escena consistían en cuatro dramas independientes.
Los persas (472 a. C.), Los siete contra Tebas y Las suplicantes son dramas de dos actores ya que fue Esquilo el que introdujo el segundo actor en escena, disminuyendo la intervención de los coros, haciendo posible el diálogo y la acción dramática. Los diálogos principales son fundamentalmente entre personajes y coro con una gran variedad de esquemas estructurales y un ritmo de acción más bien lento. Éste es uno de los rasgos principales del arcaísmo del teatro de Esquilo.
En la Orestíada (Agamenón, Las coéforas, y Las euménides), Esquilo dispone de skene, de ekkylkema, de mechane y de un tercer actor, como vemos en la escena del Agamenón en la que aparecen en un agón Agamenón y Clitemnestra, estando presente, en silencio, Casandra.
El interés central de los dramas de Esquilo se halla, principalmente, en la situación y en su desarrollo, más que en los personajes. El personaje que ha sido más trabajado por el autor es Clitemnestra en la Orestíada.
Los coros esquileos casi siempre gozan de una personalidad fuerte y peculiar, sus palabras, junto a la música y la danza, contribuyen a llamar la atención sobre los profundos temas del teatro de Esquilo, determinando el tono de todo el drama. Los coros esquileos tienen, a menudo, una importancia sustancial sobre la acción. Las Danaides y las Erinias son, de hecho, las principales protagonistas de sus dramas.
El estilo lírico de Esquilo es claro pero con una fuerte tendencia a lo arcaico y con rasgos hómericos. Sobresalen, al presentar modelos de lenguaje y de imágenes, metáforas, símiles, campos semánticos determinados, elaborándolos hasta los detalles más mínimos y manteniéndolos a lo largo de todo el drama o de la trilogía.
Otra característica peculiar, es el decoro trágico, el protagonista tiene que expresarse como lo que es, por ejemplo, en el caso de Agamenón, éste debe hablar como lo haría un héroe trágico.
También es audaz, y está dotado de una gran imaginación a la hora de aprovechar los aspectos visuales de sus dramas. El contraste entre el vestido de la reina persa al entrar en su carroza y la vuelta de Jerjes vestido sólo de harapos; la caótica entrada del coro en Los siete contra Tebas; Las Danaides de aspecto africano, vestidas exóticamente, su enfrentamiento con los soldados egipcios, la alfombra púrpura que llevará a Agamenón a la muerte, Las Erinias en escena, la procesión que concluye en la Orestíada etcétera, demuestran su dominio de la técnica teatral y la escenografía.
Temas y elementos fundamentales

El sufrimiento humano es el tema principal en el teatro esquileo, un sufrimiento que lleva al personaje al conocimiento (recordar la máxima del pathei mathos, el conocimiento a través del sufrimiento) y que no está reñido con una fuerte creencia en la justicia final de los dioses. En su producción el sufrimiento humano tiene siempre causa directa o indirecta en una acción malvada o insensata que conduce a la desgracia de los protagonistas pero que puede haber sido heredada por los mismos. Es fundamental, a este respecto, la fuerza del genos, de la herencia de la culpa y de los lazos de sangre, que provoca que las faltas de los antepasados sean heredadas por los protagonistas míticos actuales como ocurre con el enfrentamiento entre Atreo y Tiestes que empaña las existencias de Agamenón, Egisto y, más tarde, de Orestes. Por lo tanto, en ocasiones, se trata de víctimas indirectas que, a veces, incurren ellas mismas en una culpa mayor o menor, pero de las que muchas son completamente inocentes.
Un elemento clave en el teatro esquileo es la sustitución, en la escena final, de la persuasión en lugar del empleo de la violencia; como vemos en la Orestíada. Casi siempre, los dioses, son severos e implacables y los mortales se encuentran prisioneros, sin esperanza, pese a que puedan elegir cómo afrontar su propio destino. En sus últimas producciones, sobresale un concepto diferente de la divinidad, como ocurre en la Orestíada en la que las divinidades conocidas como lasCoéforas se convierten en Euménides, en responsables y afectuosas protectoras de los mortales que lo merecen.
Esquilo está muy interesado en la vida comunitaria de la polis y todas sus obras conservadas tienen aspectos visiblemente políticos. Parece ser un gran opositor de la democracia (en Las suplicantes la decisión del rey se demora por culpa de la consulta popular, lo que supone un gran riesgo para la supervivencia de su pueblo), un mundo cuyos elementos aparecen por primera vez en Las suplicantes. En todos los dramas de Esquilo aparece el contraste entre el individuo potente y dedicado a sus intereses, así como al control del Estado, y cuyos actos, frecuentemente irresponsables, amenazan con arruinarlo, y la comunidad, que debería tener el control de sí misma y cuyas acciones colectivas aseguran la salvación general.
Obras

Los persas (472 a. C.)
Los siete contra Tebas (467 a. C.)
Las suplicantes (463 a. C.)
Orestíada (458 a. C.) que comprende:
Agamenón
Las coéforas
Las euménides

Prometeo encadenado (autoría en discusión)