Sófocles nació en
Colono, una aldea cercana a la ciudad de Atenas, dentro de una familia de
posición acomodada, en 497 o 496 a. C., según datos de la Crónica de Paros, o
en 495 a. C., según el anónimo autor de la Vida de Sófocles. Era hijo de
Sófilo, un fabricante de armas. Uno de sus maestros fue Lampro, que lo instruyó
en la danza y le enseñó a tocar la lira. A los 16 años estaba al frente del coro
que celebró con un peán la victoria de la batalla de Salamina, en el año 480 a.
C., donde también participó Esquilo como combatiente y el mismo año que nació Eurípides.
Se le atribuía
belleza física pero voz débil. Le gustaban los ejercicios gimnásticos, la
música y la danza. Algo más tarde del año 460 a. C. se casó con Nicóstrata, con
quien tuvo un hijo, Iofonte, que se dedicó también a la tragedia. Ya con
cincuenta años se enamoró de una meretriz, Teóride de Sición. Con ella tuvo a
Aristón, que a su vez fue padre de Sófocles el Joven, por quien Sófocles sentía
gran estima y que llegó a ser también escritor de tragedias. La Suda menciona
los nombres de otros tres hijos de Sófocles de los que no existen más datos.
Participó
activamente en la vida política de Atenas. En 443 o 442 a. C. fue elheletómano,
cargo que desempeñaba la persona dedicada a administrar el tesoro de la Liga de
Delos. Gracias, en parte, al éxito de su obra Antígona, representada en el año
442, fue elegido estratego, cargo que desempeñó por primera vez durante la
Guerra de Samos bajo la autoridad de Pericles, pero la flota que dirigía fue
derrotada por Meliso. Es posible que también fuera estratego en el conflicto
contra los habitantes de Anea del año 428 a. C. y en 423/422 a. C., en época de
Nicias. En 413-411 a. C. perteneció al Consejo de los Diez Próbulos, formado en
Atenas tras el fracaso de la Expedición a Sicilia. Según el biógrafo anónimo de
su vida, no se distinguió especialmente por sus dotes como político pero amó su
ciudad y rechazó invitaciones de autoridades importantes de otras ciudades con
tal de no abandonar Atenas. Un relato anecdótico contaba que, habiendo
desaparecido una corona de oro de la Acrópolis Heracles se le apareció a
Sófocles y le indicó dónde se hallaba. Después de que la joya fue recuperada,
Sófocles empleó la recompensa que recibió en construir un santuario dedicado a
Heracles denunciador.
Fue también un
teórico: Escribió un tratado Sobre el coro, que se ha perdido, se le atribuye
el aumento de dos a tres del número de actores, aumentó el número de coreutas
de doce a quince, introdujo la escenografía y fundó el llamado Tíaso de las
musas, donde se rendía culto a las musas y se hablaba de arte.
Fue amigo de
Heródoto, a quien compuso una oda de la que solo se conserva un breve
fragmento. Incluso reflejó en sus tragedias algunos pasajes de la obra del
historiador. Otro de sus amigos fue Ion de Quíos. En un fragmento que se
conserva de este autor se relata una anécdota de Sófocles en la que destaca su
ingenio.
También desempeñó
funciones religiosas: fue sacerdote de una divinidad local de la salud llamado
Halón y en el año 420 a. C. participó en el acto en que los atenienses
adoptaron el culto a Asclepio.
En su vejez se le
atribuía cierta tacañería en los temas monetarios e incluso fue llevado al
tribunal de justicia por su hijo Iofonte, que pretendía que se le declarase
falto de razón y por tanto incapaz para administrar su hacienda, pero salió
absuelto cuando recitó parte de su drama Edipo en Colono.
Se cuenta que, tras
la muerte de Eurípides, que ocurrió escasos meses antes de la suya propia,
presentó en el teatro a su coro enlutado y sin corona, en homenaje a él. Murió
en el año 406 o en 405 a. C.
El teatro de
Sófocles como forma literaria
Desde el punto de
vista formal, se puede decir que una tragedia sofóclea estándar presenta la
siguiente estructura: unprólogo, que nos proporciona, por medio de una tirada
relativamente corta de versos recitados (frecuentemente en trímetros yámbicos),
los precedentes del argumento de la obra; la párodo o momento en que el coro
hace su entrada, bailando y cantando, a la que siguen los diversos episodios
recitados a cargo de los actores. En el transcurso de los sucesivos episodios
los actores hacen progresar la acción dramática. Intercalados entre un episodio
y otro se suceden diversas intervenciones del coro, los estásimos, en los que
el conjunto del coro ocupa su correspondiente lugar en la orquesta bailando
sobre el propio terreno y cantando un tipo de composición lírica de métrica
abigarrada. Los intervalos entre episodios y estásimos permiten solucionar de
pasada el problema técnico del cambio de vestuario de los diversos actores.
Estas partes corales o líricas llamadas estásimos suelen presentar la forma de
responsión estrófica, es decir, normalmente se comienza con una estrofa, a la
que sigue su antístrofa o segundo canto (cuyo esquema métrico, número de
versos, etc., se corresponde estrictamente con la estrofa) y ambas unidades
suelen cerrarse con un estribillo llamadoepodo. Expuesto así el planteamiento
de la obra, esta se cierra con la despedida del coro, que abandona también majestuosamente
la escena cantando el llamado éxodo.
Elementos
conceptuales
Temáticamente, el
teatro de Sófocles recurre al antiguo mito de las sagas heroicas, tal como
reflejo de la tradicional vinculación entre el teatro y sus orígenes
religiosos. De hecho, del total de 33 tragedias conservadas pertenecientes al
siglo V a. C., nada menos que 24 se centran en cuatro grandes sagas de
personajes mitológicos (la Troyana, la de Tebas, la de Micenas y la del argivo
Heracles). Parece que en estas sagas mitológicas se concentran de manera
simbólica, mediante traslaciones metafóricas más o menos conscientes, los
principales arquetipos del comportamiento humano. Es probable que en época de
Sófocles los núcleos míticos tradicionales ya hubieran alcanzado un grado notable
de complejidad: por ejemplo, en la saga de Edipo pueden estar superpuestos o
entrelazados diversos elementos míticos: el niño que es expuesto en el monte
(trasunto metafórico de la criatura de origen divino); el éxito y la ruina de
Edipo (traslación del ciclo del crecimiento y muerte de la naturaleza); o el
conflicto entre Edipo y Layo, que no sería el tema del «conflicto de
generaciones». En cualquier caso se puede llegar a pensar que los antiguos
dramaturgos, sobre todo en el caso de Sófocles, se percataron de que los mitos
poseían una fuerza especial que los hacía singularmente aptos para darles un
tratamiento poético y dramático.
De otro lado, el
mito posee una rica versatilidad que facilita múltiples maneras de
aproximación. De hecho, el propio Sófocles le da un tratamiento personal y a
veces libre. Un ejemplo de ello es la comparación entre el Filoctetes de su
obra homónima y el otro Filoctetes de la Pequeña Ilíada, además de otros
personajes como el papel que otorga a Crisótemis de su tragedia Electra, a
Ismene en su Antígona o al propio Neoptólemo en su Filoctetes.
Otros aspecto
importante es el que se refiere al papel de los oráculos y la presencia de los
dioses en sus dramas. Así enAyante, aunque propiamente no existe un oráculo, el
divino Calcante vaticina que el héroe es juguete de la ira y de la burla
divina.
Caracteres
dramáticos
Es un tópico entre
los estudiosos de la obra de Sófocles afirmar que en buena medida su teatro es
un teatro de caracteres. De hecho, el título de todas las tragedias conservadas
(salvo Las Traquinias) corresponde con el de los protagonistas
correspondientes. Cada una de estas figuras emerge como un auténtico coloso y
arquetipo humano.
En el Edipo rey, la
figura de Edipo resulta verdaderamente singular. Encarna el problema de la
autoidentificación, que se plantea en los términos dicotómicos del parecer/ser.
Edipo desea conocer la verdad, cueste lo que cueste, y en su búsqueda de la
verdad se topará con tres personajes de su entorno palaciego: Yocasta, su madre
y esposa; Creonte, su cuñado, y el adivino Tiresias. Ante Yocasta, Edipo se
autoproclama con, quizá, la mejor definición que a lo largo del tiempo ha
conocido nuestro personaje: «Hijo de la Fortuna». Ante el adivino, Edipo se nos
muestra confiado y autosuficiente, ya que por su propia inteligencia ha sido
capaz de adivinar el enigma de la esfinge, y a continuación promete ante sus
súbditos, sin otro concurso que su misma inteligencia, librar a su ciudad de la
peste que la asola.
La ironía trágica:
el conflicto entre realidad y apariencia
El término «resulta»
difícil de definir, pero una posibilidad es decir de ella que es aquella
situación del discurso en la que el sentido literal de las palabras del que
habla poseen para él un significado distinto, y casi contrario, del sentido con
que lo entiende su interlocutor o su auditorio. La ironía verbal está próxima a
la paradoja fáctica.
En el teatro de
Sófocles se encuentra tanto la primera como la segunda, y de hecho a Sófocles
se le considera el auténtico maestro de la ironía trágica, por la que el hombre
que parece haber alcanzado el culmen de su fama se precipita de inmediato en
las más míseras desgracias físicas o morales. Así, se puede considerar como el
colmo de lo irónico/paradójico que Edipo, que desde su honestidad intelectual
parece vivir solo para descubrir la verdad, sea el último que se entera
precisamente de la gran verdad que ya todo el mundo conoce, que es él el
asesino de su padre, el amante de su madre, y que es a la vez padre y hermano
de sus hermanos, e hijo y esposo de su madre. Lo sabía el adivinoTiresias, lo
sabía el coro, lo sabía su madre. Por saberlo, lo sabían hasta los
espectadores; todos menos él, que en otras ocasiones ha sido el mejor sabueso
que haya podido salir a la caza de la verdad.
Otro pasaje
estupendo de pasaje irónico es la escena en la que intervienen Edipo, el
mensajero llegado de Corinto y el antiguo pastor a propósito de cómo verbaliza
cada uno de ellos la identidad de quién sea Edipo.
E igual de irónico
resulta el caso de Electra, cuando Orestes finge que la urna que trae en sus
manos contiene sus propias cenizas. ¿Cómo no ha de resultarle a Electra el
colmo de la ironía que ella, que ha vivido toda su vida con la única esperanza
de ver el día en que regrese Orestes ve ahora desconsolada que aparece un
forastero que anuncia no la llegada del ansiado Orestes, sino las cenizas de su
cadáver en una diminuta urna?
Obras trágicas
Serie de Edipo
Edipo rey
Edipo en Colono
Antígona
Otras obras
Áyax
Las Traquinias
Electra
Filoctetes
Anfiarao
(fragmentaria)
Epígonos
(fragmentaria)
Ichneutae (fragmentaria)
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